lunes, 14 de marzo de 2016

¿Qué tiene que tener el mejor maestro?

Una voz algo artificial y robótica insiste con la palabra "chispa" para dar el significado hondo de otro término, la palabra "maestro". La voz dice, en inglés: "Para que cada mente desarrolle su máximo potencial, se necesita una chispa, la chispa que encienda el ansia de investigar, la chispa de la emoción y la pasión".Es el físico Stephen Hawking el que habla con la voz que la tecnología le presta hace décadas para salir de sí mismo.
No se trata de autoridad. Ni de disciplina. O lo contrario, de ternura maternal. Tampoco de conocimientos acumulados. Cualquier estereotipo queda en el camino a la hora de enumerar los rasgos de los mejores maestros. Un gran maestro se recorta por caminos distintos. Tiene esa "chispa" de la que habla Hawkings. Y además: 

  • Escucha a los chicos y adapta los métodos pedagógicos a sus preferencias de aprendizaje.
  • Innova continuamente para cambiar la cultura de la repetición escolar
  • Confía en la capacidad de aprendizaje de los alumnos y encuentra los mejores métodos de enseñanza
  • Hace interesante y accesible lo difícil, inclusive la ciencia y la matemática.
  • Se aprovecha de la tecnología con inteligencia y estrategia para potenciar el aprendizaje: siguiendo el concepto de la "clase al revés", en la que los chicos estudian primero un tema en sus hogares y luego van a la escuela a profundizarlo
  • Aprende de los avances de la ciencia para expandir la pedagogía: el aprendizaje queda guardado en la memoria de largo plazo si se da en un contexto de conexión emocional.
  • Hace foco en los aspectos emocionales y relacionales, centra el aprendizaje  en el desarrollo de la confianza, el respeto y las relaciones afectivas.
  • Enseña a los alumnos lo que necesitan aprender
  • Enseña a todos y en todos los lugares, aún cuando parezca imposible
  • Impacta positivamente en el aula para influir en la comunidad
  • Inspira y construye conocimiento al mismo tiempo: a los 14 años, Hawking se encontró con su maestro, Dikran Mr Tahta, su maestro de matemática en la Escuela San Albano, a la que asistía el futuro físico. La tarea no era sencilla, según Hawking. Le costaba leer y su letra manuscrita era desprolija.. "Mr. Tahta", como le gusta llamarlo a Hawking aún hoy, fue clave: "Me disparó preguntas, despertó mi curiosidad, abrió mundos nuevos para mí. Eso es lo que un gran maestro tiene que hacer".
Fragmentos extraídos de  "La Nación" , marzo 2016.-