jueves, 25 de septiembre de 2014

Esfuerzo y mérito: motores de la calidad educativa!!

A la hora de pensar en políticas no limitadas al presente existe otra alternativa: recuperar la dimensión educativa de la institución. Volver a la escuela y reconstruirla. Hay que reponer la normatividad, reivindicar la función del director y volver a tener docentes convencidos de la importancia de la instrucción, el trabajo y el empeño.
Sobre todo, hay que motivar el trabajo de los alumnos. "La cola en la silla", se decía antes. Hay que reconocer el esfuerzo de cada uno, premiar el mérito y poner en evidencia la falta de trabajo y dedicación. No se trata de estigmatizar, pero tampoco de ignorar la diferencia en el empeño. En la escuela, y en cualquier otro ámbito de la sociedad, la institución sólo puede hacer una parte del trabajo: ayudar a ayudarse. La otra la debe hacer cada uno, como en los grupos de autoayuda. El premio al esfuerzo, una idea clásica sobre la que se construyó la escuela, hoy no está muy de moda. Pero en mi opinión es lo único que puede invertir el sentido en el que gira hoy la rueda de la fatalidad social.
Luis Alberto Romero para La Nación