viernes, 14 de marzo de 2014

Claves para ayudar a nuestros hijos en este comienzo de clases.

Acompañamiento, supervisión, seguimiento, exigencia, perseverancia, apoyo, consejo. Estos 
son algunos de los elementos básicos que los padres deberían tratar de brindar a sus hijos, además de la lista de recursos materiales, como útiles y libros escolares.
"Los padres no pueden limitarse a depositar a sus hijos en la escuela e ignorar todo lo que ésta demanda", comentó el académico Alfredo van Gelderen. "Tienen que mirar el cuaderno de los más chicos, comentar las carpetas de los jóvenes que van al secundario. Deben conocer los libros que utilizan e informarse día tras día acerca de las tareas. Y es imprescindible apelar a su responsabilidad, especialmente al inicio del ciclo lectivo", aconsejó.
"Cuando más grandes son los chicos, menos injerencia tienen los padres en los contenidos. Nadie les avisa que sus hijos tienen prueba de historia. En ese caso es bueno recurrir a  la escuela", recomendó María Tresca  "Además, los padres deben alentar cada logro de sus hijos por más pequeño que sea", concluyó.
Margarita Poggi, directora del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación en Buenos Aires de la Unesco coincidió en la importancia de un acompañamiento de los padres. "Simplemente con hacer un seguimiento, mostrarse interesados por lo que acontece en la escuela, ya es una forma de ayudar", destacó. "No tienen que saber matemática o lengua, basta con ayudarles a sus hijos a organizarse el tiempo. Muchas veces los chicos se detienen en una tarea que no es importante y dejan de lado otras más relevantes", señaló la especialista.
El rector de la escuela Carlos Pellegrini, Abraham Gak explicó a LA NACION que  es muy importante  que los padres se acerquen a la escuela"
Un momento crítico
Los especialistas consideran que el pasaje del primario al secundario es de vital importancia. "No es lo mismo el acompañamiento durante una etapa que durante la otra", explicó Margarita Poggi. "Hay un punto en el que se requiere un equilibrio entre el papel de los padres, como sostén y acompañamiento, pero al mismo tiempo que favorezcan la construcción de la autonomía", detalló.
Según los especialistas, una de las preguntas que deben hacerse antes de comenzar las clases es cómo se va a evaluar. "Cuando pasan de la primaria a la secundaria, también se modifica el régimen de evaluación, por eso es bueno que los padres se acerquen al equipo directivo y conversen con los docentes y también con sus hijos", señaló Poggi.
Los expertos coinciden en la necesidad de establecer un acuerdo entre la casa y la escuela. "Los niños no pueden responder a un orden escolar para el aprendizaje si no viven dentro de un orden familiar", dijo Van Gelderen.
En: La Nación, marzo de 2014.-