Cuerpo
sano, mente sana. Esta podría ser la versión del siglo XXI de la cita extraída
de las Sátiras de Juvenal en la que se implicaba que para tener un cuerpo
equilibrado había que lograr primero un espíritu sano a través de la oración. El
nuevo orden de la cita estaría respaldado por las investigaciones científicas
que han comprobado los beneficios que le ofrece al cerebro tener un cuerpo sano
a través de la actividad física."Hace varias décadas que se ha estado
acumulando la evidencia científica que indica los beneficios de la actividad
física, tanto aeróbica como de fuerza (o resistencia), en la función cognitiva,
tiempo de reacción y memoria, entre otras propiedades", le explicó a BBC
Mundo el doctor César Kalazich, especialista en medicina deportiva de Clínica
MEDS, en Chile. Si bien las
investigaciones apuntan a cualquier actividad física, incluso caminar, hay
evidencia que no todas contribuyen de igual manera ni generan los mismos
efectos.
El caso de la esgrima
Un
estudio, publicado en 2012 por la Universidad de los estudios de Roma
"Foro Itálico", comprobó que los deportes que requieren tomar
decisiones en fracciones de segundos mejora la función cognitiva tanto en la
gente joven como la de mayor edad, lo que permite reducir los problemas
asociados con el envejecimiento. La investigación partió de la base que
aquellas actividades en la que los participantes deben moverse constantemente y
adaptarse rápidamente a los cambios que van ocurriendo, como la esgrima, pueden
contrarrestar los efectos relacionados con el paso de los años, como problemas
de aprendizaje, de la memoria y tiempos de reacción."Allí se menciona lo
efectivo que es este tipo de disciplina en la ejecución de funciones y los
tiempos de reacción en sujetos de edad mediana (55-65 años) comparado con otro
tipo de ejercicio y con personas sedentarias", comentó el doctor Kalazich.
Para diferenciar los deportes, los investigadores establecieron dos categorías:
abiertos y cerrados. "Los deportes considerados de habilidades abiertos
-donde la toma de decisiones rápidas, reacciones instantáneas, de precisión en
velocidad son la premisa-, serían, por ejemplo, fútbol, basquetbol, voleibol,
esgrima, tenis de mesa, hockey, etc.". "Los otros, de habilidades
cerradas (repetición de movimientos, ritmo estable, etc.) serían carreras de
fondo, ciclismo, boliche y patinaje, entre otros", explicó el especialista
en medicina deportiva.
Combinación
El doctor
Kalazich considera que en los ejercicios de habilidad abierta puede haber una
combinación física e intelectual. Uno de los líderes de la investigación,
Francesco Di Russo, le contó al periódico The Washington Post que deportes como
la esgrima requieren de la toma rápida de decisiones y demandan un alto grado
de atención visual y flexibilidad."Quisimos ver si el deporte ayudaría a
mantener el cerebro rápido y efectivo, reduciendo el envejecimiento
cognitivo", expresó Di Russo. Para el doctor Kalazich es posible que
exista una combinación de elementos porque también se "ha visto que
estimular el cerebro con lectura o juegos de ingenio tiene similares
efectos"."Entonces habría una suma de la estimulación
cerebral/intelectual del deporte específico de habilidades abiertas asociado a
los beneficios que provoca el ejercicio per se".
Desde temprano
El
consenso entre los especialistas de medicina deportiva es que la actividad
física ofrece beneficios a cualquier edad y recomiendan que más vale comenzar
tarde que nunca."Se ha visto que pacientes ancianos mejoran parámetros
como memoria, capacidad de reacción y capacidad cognitiva a los pocos meses (de
3 a 6 meses) luego de un régimen de ejercicios guiados", destacó Kalazich.
Los doctores recomiendan hacer ejercicio desde temprana edad, aunque nunca sea
tarde para comenzar. Sin embargo, aclara, es evidente que los beneficios
aumentan si se comienza desde temprana edad. "Lo ideal del ejercicio es
comenzarlo en la niñez para que tenga influencia en la plasticidad cerebral y
el aprendizaje de habilidades de coordinación y capacidad aérobica y
fuerza"."Un concepto bien interesante y en estudio cada vez más
intenso es la plasticidad neural, que es muy importante para el crecimiento y
el aprendizaje en los niños y adolescentes", agregó el especialista de la
Clínica MEDS."Ésta no se perdería en la adultez, sino que se puede
estimular significativamente con el ejercicio mencionado". Kalazich
considera que el estudio de la Universidad en Italia ofrece un punto de partida
sobre qué tipo de ejercicios y en qué dosis son los más adecuados para las
distintas edades y capacidades, pero "que aún queda mucho por
investigar"..
En: La Nación, 20/04/15