Volver a acomodarse a la rutina escolar puede no ser una
tarea fácil, pero no por eso, imposible. En vacaciones se alteran algunos
hábitos, todo es más relajado, y se dejan atrás las rutinas de horarios,
comidas, sueño y descanso. El dilema llega cuando debemos comenzar la
transición hacia un nuevo período de disciplina, responsabilidades, tareas y
actividades establecidas, que generan cierto estrés en todo el grupo familiar. Existen
algunas estrategias simples para preparar a nuestros hijos a retomar la rutina
escolar con mayor facilidad y que este proceso no se convierta en una misión
imposible.
1. Hablar con los hijos para prepararlos. Para que el cambio
de rutina no se convierta en un caos, es importante que los niños o
adolescentes entiendan los cambios que vivirán en los próximos días, incluyendo
las normas de convivencia de la familia de cara al inicio de clases.
2. Comenzar a respetar horarios: Durante las vacaciones una
de las principales cuestiones que se alteran son los horarios y los hábitos en
base a ellos. Una semana antes de la vuelta al cole conviene retomar los
horarios para levantarse y acostarse, y de las distintas comidas, etc. De esta
manera comenzarán a adaptarse con anterioridad.
3. Repasar algunos conceptos escolares. Días antes del
inicio de clases, podés proponerles algunos tiempos de estudio o de repaso de
algunos conceptos, para llegar mejor preparados y para volver lentamente a la
rutina de estudio. Una hora fija por día puede ser una buena alternativa.
4. Decir "adiós" al desorden. Poco a poco los
niños y adolescentes (¡y también los adultos!) deben retomar la rutina del
orden, no sólo de horarios, la alimentación o las actividades, sino también
para responsabilizarse de sus habitaciones, de sus pertenencias e, incluso, de
la preparación de sus útiles escolares.
5. Estar predispuestos y disponibles. Para estar al tanto de
cualquier inquietud, duda o consulta que pueda surgir en relación a la vuelta
al colegio. El desayuno, la cena, una caminata... Cualquier momento es bueno
para establecer esta conexión y mantenerse comunicados.
6. Reunir y comprar los materiales escolares. Será preciso
elaborar una lista y revisar todo los materiales que se necesitarán para el
comienzo escolar, como los útiles, libros, uniformes, calzado, etc. Hacer
partícipes a los niños o adolescentes (ya sea chequeando su ropa o los
materiales que ya tienen y no son necesarios obtener) puede ayudarlos a que
vayan tomando conciencia del inminente comienzo de clases.
7. Prestar atención a la alimentación. Una alimentación
adecuada ayudará a los chicos a tener más energía, concentrarse y tener mejor
ánimo, a rendir mejor en todas sus actividades y afrontar mejor la jornada
escolar. El desayuno es fundamental para encarar los desafíos y obligaciones
del día de la mejor manera.
8. Practicar actividad física. Es necesario promover el
ejercicio en los jóvenes, ya que disminuye la depresión, la ansiedad, aumenta
la autoestima, los hace sentir mejor y los ayuda a descansar. Existen infinidad
de deportes que se pueden elegir según la edad, tipo de personalidad y para
cada necesidad y gustos que tengan los niños.
9. Arreglar reuniones previas con otros compañeros de
colegio. Para que el impacto del inicio de clases no sea tan marcado, una buena
opción es organizar un encuentro previo con los compañeros más cercanos para ir
recuperando sus relaciones y favorecer aún más la adaptación.
10. Establecer nuevos propósitos. Plantear objetivos a
cumplir es una manera de motivar a los chicos en el regreso a clases. Estas
metas pueden ser lograr buenas calificaciones, cumplir con las tareas en tiempo
y forma, respetar los horarios, etc. Al mismo tiempo, es positivo reconocerlos
una vez alcanzados los logros, con permisos para encuentros con amigos, tiempo
de juegos, cine, o en la medida que sea posible, concederles algo que deseen,
etc.