Lo
que podemos aprender del CV de Leonardo da Vinci: Una carta
que el célebre pintor italiano escribió al duque Ludovico il Moro ofrece enseñanzas que pueden aprovecharse en
la actualidad
"Pintor",
"inventor", "ingeniero", "genio". Podría pensarse
que, en una hipotética entrevista de trabajo, el currículum de
Leonardo da Vinci realmente no se la pondría nada fácil a ningún otro candidato
al puesto. Pero ¿podría ser contratado hoy día? BBC Capital le pidió a dos
expertos que revisaran el "CV" de Da Vinci -una carta al duque
Ludovico il Moro tomando en consideración las cosas que tantos de nosotros
hacemos mal a la hora de elaborar nuestros propios documentos de presentación
para buscar un empleo. Y nos entregaron algunas sorpresas. No basta ser genio
para conseguir trabajo. A juzgar por su CV negativo, poco sustancioso y mal
enfocado, Da Vinci tendría dificultades para lograr que lo llamaran a una entrevista.
Si estuviera vivo hoy y buscando un
nuevo empleo, su CV fallaría en algunos aspectos clave al "insistir en lo
negativo, no tomar en cuenta sus contribuciones esenciales y desviarse
demasiado de las aptitudes que le interesan a los empleadores".Tendría los
mismos problemas que muchos buscadores de empleo actuales.
·
Destacar lo
positivo
Se dice que
cuando pintaba su famoso cuadro 'La Última Cena', Da Vinci se esforzó
trabajando durante muchos días, sin convencerse de que su producto final era
exactamente lo que estaba buscando (a pesar de su fama posterior como una de
las obras de artes más admiradas de todos los tiempos). Su CV del siglo XV delata su falta de
confianza al indicar: "Proyecto
parcialmente finalizado, entregado ante un plazo imposible, que me ganó fama
por preocuparme de cada detalle y por perder la perspectiva del cuadro general.
Para tener mayores probabilidades de
ser contratado, Da Vinci podría usar un artificio moderno, convirtiendo su
agotamiento en una combinación ganadora que seguramente será exitosa con su
próximo potencial empleador: “Entregas
de alta calidad (que me ganó el reconocimiento en la industria) terminadas en
plazos ajustados, lo cual se logró haciendo horas extras y manteniendo a la
gerencia informada sobre la marcha del trabajo".
·
Aprovecha el
valor de la influencia.
Esa es solo una
modificación a un texto. Pero no hay que perder de vista cuánto peso tiene hoy
en día que lo vean a uno como una persona de influencia global. En el caso de
Da Vinci esto exigiría exponer que 'inspiró admiración entre la población
civil, la realeza y los escritores', y quizás soltar una frase acerca de lo que
significa haberse mantenido vivo como un personaje en la serie de videojuegos
'Assasin's Creed', mucho después de haber dejado este mundo. Hablando en serio, esa estrategia es mejor que
intentar convencer a los empleadores del valor de su interés por actividades
más complejas (y dudosas), tales como su fascinación con la ciencia médica y el
estudio de la fisiología humana comparadas con las emociones derivadas del
corazón y el hígado. Es mejor guardar esos temas para discutirlos durante la
entrevista.
·
No distraer al
nuevo jefe
Y aunque todos
estamos bastante orgullosos de nuestras contribuciones al mundo, más allá de
nuestras carreras, francamente a los empleadores no les interesan y esos
detalles solo servirán como elemento de distracción. En el caso de Da Vinci,
eso significa concentrarse "más en su éxito que en sus emprendimientos en
temas aparentemente no relacionados”. Un empleador que necesita un ingeniero,
por ejemplo, encontraría fascinantes sus dibujos técnicos y diseños para
puentes, vuelos, bombas hidráulicas y un cañón de vapor. Sin embargo, su
afición por investigar "diseños para caminar sobre el agua o mencionar que
'estudié caras y emociones, dibujé bebés en el útero y escribí textos con
escritura en espejo', simplemente no tienen el mismo tono". Lo esencial, para atraer la atención de uno de los mejor
empleadores actuales sería modificar su CV para limitarse a los detalles
relevantes, resistir el impulso de impresionar - u horrorizar - a los
empleadores con proezas extravagantes, y abstenerse de presentar hechos
irrelevantes.
Debido a que
ahora todo va a la velocidad de la luz, necesitamos que [un CV] se presente a
una rápida revisión, que establezca una credibilidad a la medida del puesto
buscado. En ese sentido, el documento de Da Vinci se queda corto. Eso
no quiere decir que el gran maestro hiciera todo mal. Cabe felicitarlo por el
"claro objetivo precisamente definido, escrito específicamente para el
empleador que tiene como meta: el Duque". Bien hecho, muy personalizado. Sin
embargo Da Vinci falla en algo crucial para las personas que buscan empleo en
el mundo moderno. No ha desarrollado "una marca coherente, mucho menos
alguna marca para esta obra de marketing personal". ¿Y qué hay con
respecto a tener una presencia social, un URL para ver su vasta colección de
obras? Indispensable. Bravo por la presentación que hace Da Vinci de un CV que
no está lleno de estrambóticas fuentes de letras, combinaciones de colores o imágenes.
Sin embargo, es un poco simplista. Un
poco más de espacios blancos a la vista serán de ayuda con algunas variaciones
de fuentes, titulares y clasificaciones. Es necesario que el documento sea
ojeado y procesado en cuestión de segundos, en vez de que haya que tomar
minutos para leer párrafos.
·
El CV no lo es
todo
Si bien Da
Vinci tiene claro lo que hará para el Duque (por análisis de necesidades) y de
lo que es capaz, le faltan ejemplos específicos de obras terminadas que guardan
relación al trabajo que quiere hacer
para su posible empleador. Para remediar eso, a Da Vinci le haría falta
claramente mostrar sus triunfos
profesionales, experiencias y resultados, y vincularlos a lo que dice,
generando confianza en los ojos del Duque .Con las correcciones hechas, muy
probablemente el Sr. Da Vinci sea contratado. Viene con buenas referencias y
tiene una sólida reputación, bien respaldada. Pero el CV convencional es solo uno de muchos factores
que validan la habilidad de un candidato para hacer un trabajo .No es una lista
final de todos los atributos.