Google ya es mayor de edad. El buscador más importante del mundo
cumple hoy 18 años. Y lo cierto es que ya no podemos imaginar nuestra vida sin
él. ¿O sí? Nos ponemos nostálgicos y hacemos un repaso por todas aquellas cosas
que hacíamos antes de que existiese Google y que ustedes ni conocieron!!!
- Mirar un mapa. ¡Qué tiempos aquellos! Cuando ibas de viaje tenías que ir al maletero a localizar el mapa de carreteras, que generalmente se encontraba en un estado lamentable. Desplegar el mapa también era un auténtico reto y, después, había que estudiar concienzudamente la ruta a seguir. Nadie te decía cuál era el camino más rápido ni más corto ni dónde estaban los radares. También consultábamos los callejeros de las ciudades para buscar direcciones, nos perdíamos tres o cuatro veces e incluso preguntábamos a la gente si no las encontrábamos.
- Ir al quiosco. Acudir al quiosco era todo un ritual, especialmente los fines de semana. No sólo comprabas el periódico, sino también las revistas semanales .
- Rebuscar en las páginas amarillas. Con 22,3 millones de usuarios al año, eran nuestra segunda Biblia y nuestro Google de antaño. Si se estropeaba el lavarropas, las llaves o el coche, tenías que recurrir a las páginas amarillas. Plomeros, cerrajeros, mecánicos... no eras nadie si no aparecías en ellas. También consultábamos las páginas blancas para buscar los teléfonos de particulares.
- Ir al videoclub. Sin Youtube no nos quedaba más remedio que acudir al videoclub para poder ver nuestras películas favoritas. Si queríamos revisitar los vídeos de Madonna, Michael Jackson o Prince, los grabábamos en cintas. No conocíamos los tutoriales y jugábamos al Pac-man o al Tetris en soledad sin necesidad de youtubers. Tampoco podíamos ver los dibujos animados cuando nos daba la real gana si no cuando las teles los programaban.
- Grabar los cassettes. No existía la piratería. A lo sumo grabábamos los discos de nuestras canciones favoritas que sonaban en la radio en gastadas cassettes que escuchábamos una y otra vez.
- Consultar los diccionarios de idiomas. En muchas casas había un diccionario o un minidiccionario de francés o inglés de bolsillo.
- Acudir a las agencias de viajes. Viajar era una odisea. Nada de sacar los billetes por Internet ni de encontrar los hoteles más baratos o apartamentos low-cost mediante Airbnb. Debías ir en persona a la agencia de viajes para planificar tus vacaciones
- Escribir cartas. Sin las cuentas de gmail, escribíamos cartas y hasta enviábamos postales.
- Llamar por teléfono Si buscabas algo, tenías que salir a su encuentro. Para localizar a la gente debías llamarla por teléfono y hasta te sabías los números de memoria. Nos tirábamos horas hablando por el auricular y pelearse por el aparato era el pan nuestro de cada día en todas las familias.