¿Te cuesta retener información? Probá con salir a correr
cuatro horas después de haber aprendido algo nuevo. Un estudio publicado en el
portal Current Biology comprobó que las personas que realizan una actividad
física intensa recuerdan mejor la información que aquellos que se mantuvieron
inactivos después de haberla recibido.
A cargo de la investigación estuvo el Dr. Guillen Fernández,
un profesor de neurociencia cognitiva del Radboud University Medical Center de
los Países Bajos; y en ella participaron 72 personas.
La pausa necesaria
El primer paso del estudio fue un test de memoria de 40
minutos. Luego, un tercio de los voluntarios realizó una clase de bicicleta
fija de 35 minutos intensos apenas terminado el test. Otro tercio esperó cuatro
horas e hizo lo mismo y el último grupo se mantuvo inactivo.
El último paso fue repetir el test de memoria dos días
después para evaluar cuánto retuvieron mientras les hacían un escaneo del mapa
cerebral. Los que mejores resultados obtuvieron fueron los del segundo grupo,
que acertaron en las respuestas un 10% más que el resto.
Fernández dijo no tener claro por qué los que hicieron
ejercicio apenas terminaron el test no obtuvieron mejores resultados que los
que no realizaron ningún tipo de actividad deportiva. Su sospecha es que el
ejercicio hace que se liberen neurotransmisores como la dopamina y la
noradrenalina, que ayudan a aumentar la memoria, pero que entran en
cortocircuito con los efectos psicológicos del ejercicio. Se causa una especie
de interferencia entre la memoria existente y la nueva información.
En: La Nación, junio de 2016.-