lunes, 10 de noviembre de 2014

Para leer:

Estos son los trabajos premiados: 


Abrí los ojos. La pálida luz de esa habitación inundaba mis pupilas impidiéndome ver claramente. Todo a mi alrededor era raro e incierto. ¿Por qué estaba ahí? ¿Por qué no recordaba nada? La puerta se abrió bruscamente despernándome de mis pensamientos, para luego ver una hermosa joven de cabellos castaños y ojos verdes. La muchacha acercó lentamente una silla a mi cama y me tomó de las manos. No hablamos porque, cuando dos personas se miran y sonríen, las palabras no hacen falta. Por: Melany Sotelo

Cuando volvía de la facultad en el subte, vi algo extraño. Era ella, impresionantemente igual a mí. Por las manchas en su ropa, me  hizo pensar que era artista plástica. Bajamos en la misma estación. Mi intención era seguirla pero no fue necesario: tomamos el mismo camino. Para no asustarla, me distancié; pero la asustada fui yo: tenía las llaves de mi casa. Entré detrás de ella y observé cómo, con la mayor de las confianzas iba tirando el saco y la cartera al piso para ponerse el delantal de pintura de mi padre en el estudio del altillo deshabitado desde su muerte.Por: Bernarda Lerena


Es que en eso se basa la felicidad: en los pequeños logros y en lo que uno imagina que logrará a futuro mediante éstos.  La felicidad es la ilusión no el logro en sí. Cuando uno obtiene al fin lo que desea, jamás es más de lo que se creía que sería. En un principio nos sentimos satisfechos, pero luego de un corto tiempo, simplemente por encontrarnos en busca de la felicidad, nos sentimos disconformes y buscamos nuevas metas, las que en verdad son la causa de nuestra felicidad.Por: Felix Valdeón




La atmósfera de la llegada y partida son  una misma cosa, el alivio de salir de lo transitorio. La carretera es un vacío: ni acá ni allá. Un camino largo, parece que no tiene fin. La mirás y caminás buscando uno, pero este nunca llega, siempre hay más caminos por recorrer. Durante ese largo recorrido te encontrás con muchas personas; algunas siguen con vos hasta el final pero otras te abandonan porque deciden tomar otro o porque encontraron su propio fin de la carretera. Cosas buenas y malas pasan hasta que encontrás tu final y desaparecés completamente.Por: Chiara Francavilla



Tenía miedo de lo que veía y, lo que era peor, no sabía si olvidar o recordar.
Su cuerpo yacía a mi lado, con los ojos cerrados y cubierto con ese desgarrador color rojo. Yo veía y entendía la verdad, pero, realmente, no quería hacerlo. Ella estaba muerta. Me levanté, con mi espalda en llamas por el dolor y me fui para siempre. No me atreví a llorar, no me atreví a pensar, excepto a huir, dejando todo atrás, porque en el fondo sabía que todo era mi culpa.Por: Candela Zsnajderman



Tengo el pasado amontonado en los ojos. Todo el tiempo esos hechos aparecen delante de mí, un ay otra vez.
Lo ves todo sin verlo ya que son solo imágenes en tu interior que nublan la vista. Ahora no queda otra forma de olvidar mi pesar y mi dolor por esos recuerdos que soltarme como un globo sin dueño, olvidarme de todo y comenzar un camino nuevo. Eso es todo lo que puedo hacer para borrar el pasado amontonado en mis ojos.Por: Dana Di Vietro